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lunes, 31 de enero de 2022

Prueba: Ford Mondeo 2.0 TDCi 180 CV

 


 Prueba realizada en marzo de 2015

El Ford Mondeo, según asegura la propia marca, cambia la plataforma y buena parte de las mecánicas en busca de un funcionamiento más eficiente. Estéticamente cambia bastante la parte delantera con una calandra más prominente y los faros más pequeños y estilizados. La silueta lateral y la parte trasera siguen una línea continuista respecto a la generación anterior.

Interior y equipamiento

 El Mondeo, como casi todas las berlinas generalistas, ha crecido mucho en las últimas generaciones. Baste decir que el modelo que hemos probado mide 4,87 metros de largo, cinco centímetros más que la última generación del Ford Scorpio y nada menos que 39 centímetros más que el primer Ford Mondeo de 1993. Sin embargo, y vamos a hablar de habitabilidad, todo este aumento de tamaño no se ve reflejado del todo en el interior. Las plazas delanteras son muy amplias en todas sus cotas destacando especialmente la anchura. Las plazas traseras sin embargo no destacan especialmente en el espacio para las piernas y en la cota de anchura, siendo la cota menos favorecida  la altura al techo sobre todo si se mide más de 1,85 metros.

 


Los asientos delanteros son cómodos y con un agarre lateral suficiente teniendo en cuenta que no es una versión con tintes deportivos. Cuentan con reglajes eléctricos de un uso bastante fácil e intuitivo. La postura al volante es bastante buena, todos los mandos quedan a mano excepto el mando de los elevalunas del lado del conductor que queda en una posición algo adelantada en el apoyabrazos de la puerta. El volante también cuenta con reglajes eléctricos de altura y profundidad.


 

La pantalla multifunción, de buen tamaño, es táctil pero también se pueden manejar sus funciones usando los botones situados debajo de la pantalla lo que resulta más útil para manejarla cuando se está circulando. El salpicadero y la mayor parte de los plásticos del habitáculo son acolchados y tiene un ajuste y aspecto óptimo, excepto el plástico que envuelve a la pantalla táctil que no transmite la misma calidad que el resto. El único ruidito de nuestra unidad procedía del apoyabrazos central delantero cuando se usaba para su destino principal, léase apoyar el brazo. El cuadro de instrumentos resulta bastante completo con una interesante mezcla de lo digital y lo analógico. La pega es que tal vez se quiera ofrecer demasiada información en un espacio tan pequeño.

 


El maletero tiene una capacidad de 550 litros, con formas regulares y buena profundidad pero no destaca en altura. A cambio podemos tener una rueda de repuesto convencional para poder continuar nuestro viaje con normalidad si sufrimos un pinchazo.

El equipamiento, en la versión Titanium que ha pasado por nuestras manos, es bastante correcto. Incluye 9 airbags, asistente de frenada de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, control de presión de neumáticos, faros adaptativos, reposacabezas delanteros activos, Star & Stop y doble puerto USB entre otros elementos.

 

Motor, prestaciones y consumo

 El motor es una de las novedades del nuevo Ford Mondeo, se trata de una evolución del anterior TDCi de 163 CV. Rinde 179 CV a 3.500 rpm y 400 Nm de 2.000 a 2.500 rpm de potencia y par máximos respectivamente. Sus prestaciones resultan interesantes sobre el papel, con una velocidad máxima de 225 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y el peso es de 1.584 kg. 

 

El consumo medio oficial resulta prometedor ya que la marca asegura que es de sólo 4,4 litros a los 100 km. Pero como suele pasar en nuestra prueba de consumo real el resultado ha sido menos optimista y ha subido hasta los 7,0 litros. Cabe destacar que si bien el consumo mínimo no impresiona, el máximo nunca sube demasiado aunque seamos poco cuidadosos con el pedal derecho. Las emisiones oficiales son de 115 gr/km de dióxido de carbono. La caja de cambios manual de seis velocidades cuenta con unos desarrollos bastante largos, sobre todo el de la sexta velocidad, que es de 61.1 km/h a las 1000 rpm.

Prueba dinámica

 El Mondeo es una berlina grande, como ya hemos señalado, tiene unas cotas de batalla y vías más propias de las grandes berlinas como la serie 5 de BMW o el Audi A6. Esto le confiere un comportamiento en autopista muy seguro y aplomado, aunque los neumáticos de perfil alto (para lo que se estila) y la amortiguación tirando a suave pueden dejarse notar en alguno de los amplios badenes de nuestras queridas y mal mantenidas autovías. Sin embargo en curvas medias y lentas el coche parece encoger y se pude ir a ritmos rápidos, pero no al límite. Con una agilidad impropia de su tamaño de su tamaño y orientación dinámica. Esto creemos que es debido a que la suspensión es firme y la amortiguación es más dura en compresión que en extensión. Aún así el confort de bacheo es sobresaliente en cualquier circunstancia tratando a los ocupantes exquisitamente.

 


El tacto de la palanca de cambio tiene un tacto firme pero resulta algo dura a la hora de insertar algunas marchas, a cambio no transmite ningún tipo de vibración ni holgura. La sonoridad es bastante baja tanto por el sonido del motor como por los ruidos aerodinámicos, sólo a partir de cierta velocidad se puede dejar oír cierto ruido aerodinámico proveniente de los retrovisores exteriores. La visibilidad es correcta en todos los ángulos y está bien asistida por los antes mencionados retrovisores exteriores que además, en este caso, tenían avisador de ángulo muerto. Los faros de nuestra unidad iban equipados con bi-xenón pero no nos ha parecido que la luz de cruce sea muy extensa, quedando un poco corta de longitud.


El motor de 180 CV no transmite el potencial que se le supone, algo muy típico de los motores TDCi/HDi que resultan muy progresivos y con poco efecto turbo, además tiene que tirar de desarrollos del cambio bastante largos. Resulta curioso que la respuesta del motor depende mucho de la posición del acelerador y no tanto de las revoluciones, muy al estilo de los antiguos motores con carburador de doble cuerpo en los que solía haber mucha diferencia entre circular con un cuerpo abierto o con los dos. Ahora bien, no se pueden ocultar sus virtudes, tiene fuerza desde muy bajas vueltas y es capaz de estirar hasta bien pasadas las 4.000 rpm, algo que no es muy normal en un turbodiésel.

Por último el tacto del freno es bastante bueno y transmite confianza al conductor. En las frenadas al límite el coche no se descoloca lo más mínimo manteniendo perfectamente la trayectoria. 

Opinión del probador


 El Ford Mondeo 2.0 TDCi me ha parecido una berlina muy seria y con un cierto aire premium proveniente de su imponente aspecto. Tiene un comportamiento bastante sorprendente en zonas medias y lentas. Además no tiene necesidad de montar unas ruedas de perfil absurdo para conseguirlo aunque la anchura sí es muy respetable (235/50-17). El equipamiento en esta versión Titanium es completo sobre todo en función de los 33.650 euros que cuesta sin incluir descuentos oficiales.

 

Pero, como todo en la vida, tiene algún defecto, En este caso su desmesurado tamaño (el cual copian casi todos sus rivales) no se ve del todo reflejado en su interior y en el maletero. Para mí el tamaño de una berlina media no debería superar los 4,60-4,70 metros, pero la desaparición de las grandes berlinas generalistas ( Citroën C6, Ford Scorpio, Peugeot 607, etc...) ha tenido estos efectos colaterales en forma de aumento excesivo de tamaño.