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miércoles, 24 de octubre de 2018

Historia: Renault 12


En 1965 acababa de empezar la comercialización del Renault 10 y, sin embargo, la marca francesa ya le estaba buscando un sustituto. Se trataba del proyecto 117 que tenía la misión de crear una berlina a medio camino entre el exitoso Renault 8 (y no ser uno mejorado como el R-10) y el novedoso Renault 16, que era la berlina alta de la marca.

Así nació el Renault 12 en 1969, que ya de inicio contaba con un motor 1.300 que marcaba diferencias claras con el Renault 10 y su motor 1.100 (aunque llegó a haber un R-10 1.300). Lucía un diseño rompedor respecto al resto de gama Renault de la época e incluso al resto de marcas europeas, sobre todo en la mitad trasera. Su diseño frontal en forma de flecha le confería un resultado aerodinámico muy decente para la época.

Otro punto de ruptura claro con su antecesor era el uso de la tracción delantera y la ubicación del motor en dicha zona. A pesar de estas novedades la suspensión trasera era inferior tecnológicamente al Renault 6 o al R-16, puesto que usaba un eje rígido en lugar de ruedas tiradas. Medía 4,34 m de largo y 1,64 m de ancho y su maletero cubicaba 420 litros.
El R-12 no era una referencia tecnológicamente hablando, sus soluciones mecánicas estaban bastante amortizadas y tenía una razón de ser. El Renault 12 debía ser un producto global que se pudiese fabricar en países tan dispares como Francia, España, Argentina o Rumanía.

Primera serie

Como siempre vamos a centrarnos en los modelos fabricados en España. El Renault 12 llegó en 1970 y el producto de FASA era prácticamente igual al francés. Montaba un motor de 1.289 centímetros cúbicos con una potencia de 57 CV a 5.300 rpm y 94 Nm de par máximo a 3.500 rpm. Era el equivalente al R-12 TL del país vecino. Resultaba un motor de buen andar pero se quedaba algo corto de  velocidad máxima quedando por debajo de los 140 km/h.

En 1971 FASA presentó el Renault 12 S, equivalente al TS francés. Proporcionaba mejoras sobre el R-12 normal tanto a nivel mecánico como de equipamiento. El motor mantenía la cilindrada pero su potencia era de 68 CV a 5.900 rpm y el par máximo subía a los 98,1 Nm a 4.000 rpm, por lo que era mejor acelerando pero algo menos elástico para los adelantamientos. Con este motor se podía llegar a flirtear con los 150 km/h pero con cierto esfuerzo, más del que hacían pensar las brillantes aceleraciones.

A nivel estético -y sólo en España- los faros eran dobles y con distinta función, una pareja para las luces de cruce y otra para las de carretera. También montaba una luz de marcha atrás debajo del paragolpes trasero. A nivel de equipamiento se mejoraban los asientos, incorporaba un tacómetro, las llantas eran de distinto diseño además de tener más garganta y se le dotó de servofreno.
En 1972 se incorporó la carrocería familiar cuya longitud crecía hasta los 4,40 metros y tenía pequeñas modificaciones en las estabilizadoras y las medidas de las ruedas, siendo iguales las últimas a las del R-12 S.

La capacidad de carga era muy buena y la visibilidad trasera mejoraba exponencialmente gracias a la tercera ventana lateral, además podía resultar más rápido por su mejor aerodinámica y más estable por su mejor reparto de pesos pese al aumento del voladizo trasero. En principio sólo montaba el motor de 57 CV pero en 1975 apareció también la versión S familiar con su motor de 68 CV.

En este año se introdujo también el Renault 12 TL, que no era otra cosa que un R-12 normal con detalles de equipamiento del R-12 S.

Segunda serie

En 1976 Renault remozó a sus berlina media e inmediatamente FASA hizo lo propio. Los cambios fueron esencialmente estéticos con el cambio de la calandra frontal, integración de los pilotos delanteros en los paragolpes, cambio radical en el salpicadero, pilotos traseros más grandes con la luz de marcha atrás integrada en todas las versiones, nuevo volante y mejoras en tejidos y asientos.
A nivel mecánico la novedad fue la sustitución del motor 1.300 de 68 CV por un 1.400 de 70 CV que en España dio lugar al Renault 12 TS que además entregaba 107 Nm de par máximo a 3.500 rpm. Dando como resultado un motor mucho más elástico y capaz de llegar a los 148 km/h de velocidad máxima. La gama se completaba con el Renault 12 TL y su conocido motor de 57 CV.

Así se mantuvo la gama hasta 1982, año en el que se lanzó una versión GTL con la carrocería familiar que aguantó a la venta hasta 1984. En esos últimos años el R-12 convivió con su sustituto, el Renault 18, quedando como una especie de versión básica de éste por motorizaciones, ya que el motor de acceso del R-18 era un 1.600 de 79 CV aquí en España. Con la aparición del Renault 9, sin embargo, esta versión carecía de sentido alguno y en 1982 el Renault 12 desapareció de las listas de precios a excepción del referido R-12 GTL Familiar. Este hecho ocurrió en Francia en 1980 (allí el R-18 sí tenía motorizaciones pequeñas).

En España se fabricaron 455.000 unidades, lo que no está mal teniendo en cuenta que en la época contaba con la competencia del SEAT 124, el Citroën GS y el Simca 1200. No obstante el Renault 12 se siguió comercializando en otros países del mundo bajo marca Renault o bajo otras marcas con licencia, como Dacia en Rumanía, hasta el año 2006. A nivel mundial se llegaron a fabricar dos millones de unidades nada más y nada menos.

Otras versiones

Vamos a nombrar otras versiones muy interesantes de esta berlina. Por un lado en Francia casi desde el principio de la producción existió una versión deportiva denominada Renault 12 Gordini que tenía un motor 1.600 (no era el del R-18) que rendía la magnífica cifra de 125 CV SAE (unos 115 CV DIN) que le conferían unas prestaciones de primer orden de más de 170 km/h de máxima. Para hacernos una idea el Renault 18 Turbo de 1984 tenía esos mismos caballos 14 años más tarde. También en Francia se produjo el Renault 12 TR, un automático con caja de tres marchas y equivalente al acabado TS pero con algo menos de equipo para no subir demasiado el precio.

En España fue Pegaso y no Renault quien incorporó su motor diesel más pequeño al R-12. Se trataba de un Sava 1.500 de 38 CV que no defraudaba (para su potencia) en prestaciones pero, curiosamente, sí en consumos. Acabó siendo un producto más para profesionales del volante que para el público en general.

Virtudes y defectos

Veamos resumidamente,para acabar, qué opinaban los profesionales del motor en su momento del Renault 12:
Virtudes
  • Buena suspensión
  • Línea moderna
  • Detalles cuidados
  • Motores silenciosos
  • Buena aceleración
  • Capacidad de carga (Familiar)
  • Velocidad de crucero
  • Puesto de conducción

Defectos
  • Poca velocidad punta
  • Gama de colores (1ª serie)
  • Frenos bruscos
  • Desarrollo largo en cuarta
  • Ventilación insuficiente
  • Tapón carburante sin llave

viernes, 5 de octubre de 2018

Prueba Autopista: Peugeot 504 2000










Historia: SEAT 600

El “Proyecto 100”

Todo parte del ‘Proyecto 100’ de Fiat en 1948, es decir, la dura tarea de diseñar el sustituto del exitoso y a la vez obsoleto Fiat Topolino, que dejó como herencia las cuestionadas puertas de apertura suicida.

El encargado del proyecto fue el diseñador Dante Giacosa que presentó el boceto de motor trasero y propulsión que finalmente convenció a los responsables de Fiat. Respecto al Topolino, en un espacio similar el 600 era capaz de acomodar a cuatro personas en lugar de dos y tenía una visibilidad general más conseguida que el mítico Fiat de preguerra.

En la parte mecánica se optó por un motor de 4 cilindros con una caja de cambios de 4 velocidades y para poder mantener la longitud total proyectada se decidió alojar el ventilador del refrigerante en el lateral del motor, con los posibles problemas de calentamiento que podïa conllevar.

El Seat 600 N

En 1957, 2 años después del lanzamiento en Italia, Seat empieza con la comercialización del 600 en España. El acuerdo con Fiat incluye un pago de 700.000 dólares inicialmente y un canon del 4% del PVP de cada vehículo.


A los primeros modelos se les suele denominar Seat 600 N (Normal), pero lo cierto es que éste tuvo 3 series de 1957 a 1963. Comunes a todas son las puertas de apertura suicida y los intermitentes sobre las aletas delanteras. En 1958 las luces se pueden cambiar mediante una palanca en la columna de la dirección así como los intermitentes, también se colocan topes en los paragolpes y se cambia el motor de arranque por otro más potente. En 1962 se introducen otras mejoras en el 600 N, culata de nuevo diseño, carburador nuevo, filtro de aire de cartucho en lugar del anterior en baño de aceite, nuevo ventilador de aluminio y un termómetro de agua como elementos más importantes.

Características Técnicas de Seat 600 N
Cilindrada: 633 cc
Potencia máxima: 21,5 CV a 4.600 rpm
Par máximo: 4,0 mkg a 2.800 rpm
Desarrollo en 4ª velocidad: 22,98 km/h a 1.000 rpm
Peso: 585 kg
Dimensiones Largo/Ancho/Alto: 3,28 m/1,38 m/1,40 m
Velocidad máxima: 95 km/h
Consumo medio: 7,0 l/100 km

El Seat 600 D y Seat 800

En septiembre de 1963 aparece el Seat 600 D, 3 años más tarde que en Italia, la principal novedad es el cambio del motor de 633 cc a uno de 767 cc. Es el cambio más esperado por los usuarios ya que ahora el modesto utilitario está más preparado para afrontar viajes por carretera de larga distancia.



En el aspecto estético lo más reseñable es el cambio de situación de los intermitentes delanteros por debajo de los faros en lugar de en la parte superior de las aletas. En el interior lo más novedoso es la introducción del arranque mediante llave de contacto en el centro del salpicadero en sustitución del tirador.

A lo largo de los 6 años de producción también el 600 D sufrió variaciones, en 1965 se añade el testigo del funcionamiento del starter, se cambia el ventilador de aluminio por otro de plástico y se añade un vaso de expansión al circuito de refrigeración. En 1966 se toman del Seat 850 los asientos delanteros, se añaden topes de goma a los paragolpes curvos y se incorporan las llantas del 850. En 1967 se produce el último cambio relevante en el 600 D, el cambio del depósito de combustible por otro de mayor capacidad (pasa de 27 a 30 litros) y que va situado paralelo al salpicadero en una posición más retrasada dentro del maletero.

A la par que el 600 D, Seat empieza la comercialización del Seat 800, un producto enteramente español que no tiene equivalente en la gama Fiat. Partiendo de un autobastidor de 600 D, se le añaden 18 cm de longitud (todos de batalla) y se le dota de 4 puertas, lo que da como resultado una mejor accesibilidad a las plazas traseras y sobre todo una sustancial ganancia de espacio longitudinal tanto en las plazas traseras como en las delanteras. La transformación se llevaba a cabo en los talleres de Carrocerías Costa y luego los autobastidores modificados eran devueltos a la zona franca donde se seguía con el proceso de fabricación ordinario.


La producción del Seat 800 cesa en 1967 debido al decaimiento de la demanda, en parte por la aparición del 850 y sus futuras versiones de 4 puertas.
Características Técnicas del Seat 600 D (Seat 800)
Cilindrada: 767 cc
Potencia máxima: 25 CV a 4.600 rpm
Par máximo: 5,1 mkg a 2.800 rpm
Desarrollo en 4ª velocidad: 22,98 km/h a 1.000 rpm
Peso: 605 kg (635 kg)
Dimensiones Largo/Ancho/Alto: 3,29 m (3,47 m)/1,38 m/1,40 m
Velocidad máxima: 108 km/h
Consumo medio: 8,0 l/100 km

El Seat 600 E y 600 L Especial

En 1970 comienza a venderse el modelo 600 E, 6 años (¡!) después que en Italia. Se da la circunstancia de que el Fiat 600 deja de fabricarse ese mismo año lo que posibilita que Seat se hiciese cargo de las exportaciones, todavía numerosas, del modelo.

Los cambios más evidentes son las puertas que ahora abren en el ‘buen sentido’, en el interior se incorpora un cenicero en el salpicadero, bolsas para documentos y derivabrisas en las puertas, y una bandeja portaobjetos bajo el salpicadero. En el exterior se cambia el tamaño y potencia de los faros y se introducen pilotos traseros más visibles y una gama de colores más extensa. Mecánicamente apenas sufre cambios excepto el disco del embrague, la batería y el grupo de regulación de corriente.

A finales de 1970 aparece la última versión el 600 L Especial, el único que no tenía homólogo italiano. Estuvo poco tiempo en el mercado, pero dio tiempo a fabricar 39.000 unidades. La mayor diferencia estética con el 600 E radicaba en la presencia de aireadores situados detrás de las ventanillas traseras, mecánicamente existía la posibilidad de montar un alternador si se optaba por la luneta térmica. Pero lo más relevante de esta versión era el incremento de 3 CV en la potencia del motor gracias a la adopción de un nuevo colector de escape, nuevo árbol de levas con más cruce y un carburador nuevo. El incremento de rendimiento (+12% en potencia) no se apreciaba a bajo y medio regimen pero en alta el motor era mucho más capaz que el del 600 E.

En septiembre de 1973 finaliza definitivamente la fabricación del 600 por parte de Seat.
Características técnicas del Seat 600 E (Seat 600 L Especial)
Cilindrada: 767 cc
Potencia máxima: 25 (28) CV a 4.600 (5500) rpm
Par máximo:  5,1 (4,7) mkg a 2.800 (3.400) rpm
Desarrollo en 4ª velocidad:  22,98 (23.06) km/h a 1.000 rpm
Peso: 614 (610) kg
Dimensiones Largo/Ancho/Alto: 3,29 m/1,38 m/1,40 m
Velocidad máxima: 110 (115) km/h
Consumo medio: 8,0 (7,8) l/100 km

Derivados del Seat 600 en España

El Seat 600 también dio lugar a transformaciones o derivados por parte de Siata Española y Carrocerías Costa, aparte del Seat 800.

Fue el caso de las furgonetas Formichetta y Minivan que gozaron de un éxito aceptable teniendo en cuenta la terrible competencia de las Citroën AZU y las Renault 4F que gozaban de una capacidad de carga mucho mayor. Siata Española también se dedicó a crear turismos artesanales basados en el 600, fueron el Ampurias 750, el Turisa Spyder 750, el Tarraco 750 y 850 y el Playero Patricia. Otros fabricantes como Pedro Serra, Nardi Española o Milton entre otros hicieron derivados del ‘pelotilla‘ pero tuvieron menor difusión.
Todos estos derivados y las versiones de competición merecen un monográfico aparte al que ya nos dedicaremos más adelante.