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viernes, 17 de febrero de 2023

Prueba: Subaru Forester XT

Prueba realizada en octubre de 2014

El Subaru Forester apareció en el año 1997 y por aquel entonces no se trataba de un SUV con apariencia de todoterreno sino de un vehiculo familiar con notables aptitudes camperas. Hoy en día se acerca más al primer concepto que al segundo.

Este Subaru no destaca por una apariencia demasiado moderna ni musculosa como sus rivales pero sí tiene un diseño limpio y agradable además de un frontal bastante agresivo en esta versión gracias al paragolpes con tomas de aire en los laterales.

Interior y equipamiento

El interior del Forester sobresale por su gran amplitud, en especial en las cotas longitudinales. Los asientos son de piel pero su apariencia es algo simplona estos dos elementos condicionan el agarre lateral de los delanteros que resulta claramente insuficiente. En estas plazas tenemos una buena amplitud en todas las cotas, sin embargo si el conductor es alto (mido 1,89) le pueden tocar las rodillas con la zona baja del salpicadero y, en curvas, también con el guarnecido de la puerta.


En las plazas traseras se disfruta de una cota de anchura destacable (teniendo en cuenta que no es el más ancho de la categoría exteriormente) y también de un buen espacio para las piernas. En altura no hay problema pero no sobran centímetros tal y como la forma de la carrocería  podría sugerir, aquí el problema podría estar en el techo practicable, que es equipamiento de serie y resta altura libre. La accesibilidad es bastante buena gracias al generoso ángulo de apertura de las puertas, además la mayor altura respecto a un turismo puede facilitar la maniobra de entrada y salida a personas con movilidad reducida por edad o por enfermedad. La única pega en este aspecto es que el portón trasero no se eleva tanto como sería esperable en un coche de esta altura, y puede molestar a personas de estatura por encima de la media.

 

El salpicadero no llama la atención por tener un diseño muy moderno, en línea con el diseño general del coche, en su parte superior esta compuesto por materiales blandos y aparentes pero en la zona baja son duros, como el resto de los guarnecidos interiores. Los pocos botones disponibles están algo desperdigados por el salpicadero, pero en poco tiempo no tendremos problemas para accionarlos intuitivamente. El manejo del selector del cambio es algo tosco y falto de refinamiento, en poca consonancia con su aspecto, sin embargo es bastante preciso y no es fácil pasarse de la posición elegida. Las levas del cambio tras el volante están dispuestas en buena posición y giran solidarias con el volante aunque su aspecto y tacto dan sensación de fragilidad.

 

La instrumentación es bastante clara, incluido el indicador digital de combustible pero no tiene indicador de temperatura del liquido refrigerante, curiosamente se puede consultar la temperatura del aceite en el ordenador.

Lo que más perjudica a la imagen interior del modelo es lo poco cuidados que están algunos detalles de acabado como los guarnecidos inferiores del asiento del conductor, que estaban algo sueltos o que se puedan ver la fijaciones de los asientos al piso porque no están cubiertas por el tapizado. Los asientos traseros se abaten automáticamente con solo pulsar  un botón situado en el maletero, uno para cada lado del asiento (60/40). El maletero sin ser de los más grandes de la categoría es bastante aprovechable por sus 505 litros y por sus regulares formas. El equipamiento de serie es muy extenso, tiene 8 airbags, cámara de visión trasera, faros bi-xenón, levas de cambio en el volante, reposacabezas delanteros activos, asientos delanteros calefactables, climatizador dual, portón trasero automático y tapicería de piel entre otros elementos.

Motor, prestaciones y consumo

No es normal que en las gamas de los todocaminos haya más oferta de motores de gasolina que diésel. Éste es el caso del Subaru Forester y en esta ocasión (para salirnos de la norma) hemos probado un gasolina y de los potentes.

 

Va equipado con un motor 2 litros bóxer con turbo que proporciona 241 CV a 5.600 rpm y 350 Nm de par máximo entre 2.400 y 3.600 rpm. Es un motor de funcionamiento suave pero contundente y dispuesto a empujar a cualquier régimen. Las prestaciones son destacables, con una velocidad máxima de 221 km/h y acelera hasta los 100 km/h en 7,5 segundos. El consumo medio oficial es de 8,5 litros a los 100 km pero, como es habitual, en nuestra prueba de consumo real la cifra fue más alta, en concreto llegó a los 9,8 litros. Cifra que es alta por sí misma pero creemos que en un viaje por carretera a ritmo legal podría incluso rebajar los 8,0 litros, ya que en ciudad con el cambio CVT está especialmente penalizado.

Prueba dinámica del Subaru Forester 2013

Este es un apartado donde los SUV en general echan el resto, ya que si no sería difícil conseguir que vehículos altos y pesados se desenvolvieran bien por carretera a ritmos simplemente ágiles. En concreto el Forester está muy ayudado por su contenido peso (para ser un SUV) de 1.688 kg, que es menos de lo que pesa alguna berlina con su potencia y tracción a las ruedas delanteras.

 

Tiene un paso por curva bastante neutro apoyado en el peso mencionado y en unas ruedas que si bien son anchas (225/55-18) no resultan exageradas para la potencia disponible. Sólo si entramos en curvas cerradas a ritmo de GTI notaremos que subvira apreciablemente aunque al final de la trazada el eje trasero ayuda un poco a cerrar la trayectoria. También el tarado de las suspensiones tirando a firme colabora con esta actitud. Resulta curioso que cuando circulamos por ciudad se notan claramente los bachecillos y las imperfecciones del asfalto y sin embargo, cuando vas a buen ritmo por una carretera secundaria bacheada y poco cuidada, se traga las imperfecciones de forma admirable recordando un poco a su hermano el Subaru Impreza WRX STI.

Fuera del asfalto se podría decir que es de los más todoterreno de los todocaminos gracias a sus buenas cotas en este campo, puede afrontar obstáculos que la mayoría de nosotros ni intentaría sortear pero el corto recorrido de la suspensión, los neumáticos de asfalto y la falta de reductora son fundamentales para recomendar no liarse mucho con él si no queremos que algún vehículo más rústico y barato tenga que venir a sacarnos de esas dificultades. Y eso que la función X-Mode ayuda mucho en esos casos gracias a que optimiza el trabajo del ESP y el control de tracción para que sea más inmediato, además de que reparte el par al 50% entre los dos ejes cuando lo normal es que el reparto sea del 60% para el delantero y del 40% para el trasero.


La visibilidad es muy buena por cualquier ángulo y las luces de Xenón alumbran bien la carretera aunque tal vez se podría pedir que el haz luminoso fuese algo  más extenso en las luces de cruce. La sonoridad es baja aún circulando a ritmos elevados y a diferencia de los motores diésel el nuestro en frío no suena más ni tampoco diferente a  cuando está en temperatura de uso. La frenada es muy equilibrada y el pedal se puede dosificar perfectamente sin lagunas de mordiente en ninguna parte de su recorrido.

 

Nuestro motor turbo sólo esta disponible junto con el cambio automático CVT. Tiene 4 posibilidades de uso: Como variador continuo (muy similar al de los scooters), como si fuese un convertidor de par tradicional, como un secuencial automático de 8 marchas o de forma manual secuencial en este caso con 6 marchas. Tiene un funcionamiento muy suave y sin ese régimen elevado de uso que caracteriza a los cambios CVT. Su mayor defecto es que si no tenemos cuidado con el acelerador puede ser algo brusco en maniobras y en las salidas desde parado. En esto el acelerador tampoco ayuda ya que la primera parte del recorrido no aporta una cantidad de potencia proporcional a dicho recorrido y nos empuja a hundir más el pie en el pedal y ahí puede venir esa brusquedad.

La opinión del probador

No  soy fan de los SUV en general y no voy a decir que me gustaría el Subaru Forester para mi uso particular. No les encuentro una utilidad adicional respecto a los turismos y a los monovolúmenes.

Como producto sí puedo decir que el Forester tiene un motor sobresaliente y un equipamiento a la altura del motor, pero me parece que un coche de 42.000 euros además de ser bueno (que lo es) debe también de parecerlo y los asientos y ciertos detalles de acabado no dicen mucho en su favor. Aún así puede que con el motor diésel, por su menor consumo, pase por ser uno de los mejores de su clase para lo que les diferencia de los demás vehículos, que es su capacidad para circular fuera del asfalto.

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