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viernes, 6 de julio de 2018

Prueba: SEAT Panda 40 de 1986


¿Coche clásico o coche carismático? Es difícil para algunos catalogar al SEAT Panda, yo como usuario de varios de ellos y simpatizante del modelo lo voy a catalogar como coche carismático, pero a no tardar estoy seguro que tendrá plena aceptación como clásico popular.

El Panda fue diseñado por  Giorgio Giugiaro y tuvo una rápida aceptación en el mercado debido a su simpático (y acertado a mi juicio) diseño, pero sobretodo a una superlativa practicidad pese a su recortado tamaño (3,38 m de largo y 1,46 de ancho). Un detalle común a casi todos los coches mínimos durante muchos años era el cristal delantero totalmente plano y el Panda no iba a ser menos.


         

         
La unidad que probamos, que es de mi propiedad, está en lo que se denomina “estado de uso”, es decir está lejos de estar en perfecto estado de revista, pero si está en un buen estado de funcionamiento general. Está dotado del archiconocido motor de 903 cc en este caso con 42 CV a 5.400 rpm de potencia y compresión baja (7,8:1) adaptado al uso de la extinta gasolina normal de 92 octanos. Se podría decir que esta versión está “renaultizada” puesto que rinde mucho mejor a medio régimen comparativamente que el motor de 45 CV pero a cambio de tener más limitado el acceso a las 6.000 vueltas.



Interior y equipamiento del SEAT Panda 40.



El equipamiento es espartano, casi tanto como el acabado, esta unidad no tiene ni siquiera botón de “Warning”, aunque había versiones que si tenían algún gadget “lujoso” como lavalunetas trasero o antinieblas delanteros y traseros. La postura de conducción no es mala teniendo en cuenta el poco espacio disponible, la mayor pega es la inclinación camionera del volante y si acaso el poco espacio para apoyar el pie izquierdo cuando está en reposo. Los asientos son de aspecto muy, muy básico pero tal vez por eso no decepcionan tanto al usarlos y ver que no son tan incómodos, además el trasero es muy fácil de abatir y así convertir la parte trasera del coche en una pequeña furgoneta con 1.088 litros de capacidad.


 El maletero de 272 litros también es más que suficiente para un uso urbano o para el equipaje de dos ocupantes. Acabamos con el interior señalando la magnífica visibilidad de la que disfrutamos en cualquier ángulo, sobre todo si llevamos instalado el retrovisor derecho.


Motor, prestaciones y consumo del SEAT Panda 40.


La primera impresión al arrancar es la de estar a los mandos de un SEAT 127, no obstante el motor es el mismo, salvo ligeras modificaciones de puesta a punto. La puesta en marcha sorprende puesto que sube con alegría de vueltas (hasta las 4.500 mas o menos) y debido a su bajo peso (680 kilos) parece más rápido de lo que en principio cabe esperar, también los cortos desarrollos del cambio (23,2 km/h a 1000 rpm en cuarta velocidad) contribuyen en este sentido.



En carretera mantiene bien un crucero de 100-110 km/h (en torno a las 4.500 rpm)  aunque a costa de comernos una buena ración de decibelios y no sólo por el ruido de motor, casi todas las partes del Panda contribuyen a este “concierto”. En el caso que la carretera empiece a coger pendiente entonces los desarrollos del cambio ya no nos parecerán tan cortos y veremos que la 4ª marcha dejamos de utilizarla durante largo periodos de tiempo, para dar paso a una 3ª que nos sacara de casi todos los apuros en este aspecto (subir el puerto de Navacerrada por ejemplo). La velocidad máxima de esta versión Panda 40 es de 131 km/h y el consumo medio oficial 5,9 litros a los 100 km (a 90 km/h) lo que unido al deposito de 35 litros podría dar para una autonomía de mas de 500 km.




          Prueba dinámica del SEAT Panda 40.

Si en lugar de cuestas encontramos curvas, también encontraremos peculiaridades en el Panda, notaremos que las suspensiones delantera (McPherson) y trasera (eje rígido con ballestas) no se entienden del todo bien cuando el firme no es perfectamente liso, tampoco ayudan las vías que son muy estrechas sobre todo teniendo en cuenta la altura del coche (1,45 m). La dirección es muy cómoda de usar y solo deja de transmitir buenas sensaciones si sacamos al coche del uso para el que fue concebido. La medida de neumático es modesta equipando unas 135/80-13 con llanta de 4” que me parecen algo escasos aunque mejora si ponemos llantas de 4,5”. 


Los frenos cumplen también con buena nota pese a la ausencia de servofreno, cuenta con discos delante y tambores detrás como la mayoría de los coches de la época, cuentan con la inestimable ayuda del bajo peso del vehiculo. Hay que destacar que este equipo de frenos es igual al que llevaban los SEAT Ritmo que pesaban entre 200 y 250 kilos más.
 

La opinión del probador.


En resumen el SEAT Panda es un perfecto coche ciudadano para uso diario y además con un agradable sabor añejo, muy adecuado para iniciarse en el mundillo de los clásicos si contamos con un presupuesto bajo y queremos tener un coste de mantenimiento reducido, para apoyar esta afirmación el consumo no se dispara y es raro que en un uso combinado se nos escape mas allá de los 7,5 litros teniendo así otra razón para tenerlo como clásico de uso habitual. A mi personalmente es un coche que me gusta mucho pero esto no indica gran cosa puesto que me gustan la inmensa mayoría de los clásicos populares que han recorrido las calles y carreteras españolas.


2 comentarios:

  1. Hola, EL viernes en Madrid en el salon del ClassicMADRID haremos un pequeño homenaje al equipo que hizo el lanzamiento y nombró el Panda en SEAT. Todos Octogenarios claro. Si quieres pasar es a las 17h Y estaria genial si tienes algun material que podamos poner en la pantalla del escenario. Fotos o videos...

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  2. Hola, no sé si podré ir. Muchas gracias por el ofrecimiento. Respecto a las fotos puedes coger las que hay en este blog, buscaré alguna más. Saludos

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