Aunque Dacia parece haber abandonado comercialmente al Logan, sigue siendo una buena alternativa low-cost para quien busca un automóvil de tamaño mediano con un buen maletero, espacio para cinco ocupantes y un buen motor.
El Dacia Logan
nunca tuvo el beneplácito de los usuarios de forma masiva (como sí
tiene el Sandero) así que la marca se ha decidido a mantenerlo en el
mercado pero sólo con un acabado (Ambiance) y dos motores: 1.2 16 v
(gasolina y GLP) y 1.5 DCi (75 y 90 CV). Recibió un lavado de cara a
últimos de 2012 haciéndolo más actual y menos sobrio, aunque su estética
sigue siendo muy conservadora.
Interior y equipamiento del Dacia Logan 1.5 DCi 90 Ambiance
El Logan Ambiance no viene mal equipado de
serie. Tiene 6 airbags, ABS, ESP, control de tracción, elevalunas
eléctricos delanteros, mandos de la radio tras el volante y aire
acondicionado como elementos más destacados. El precio es de 10.950 euros sin tener en cuenta posibles descuentos en los concesionarios.
Las plazas delanteras son amplias tanto en
anchura como en altura, los asientos no tienen demasiada sujeción
lateral y casi nulo apoyo lumbar pero sí cuentan con la regulación
milimétrica del respaldo (algo que cada vez más marcas se ahorran). Las plazas traseras
tienen anchura suficiente para 2 adultos y otra persona más menuda
aunque el espacio para las piernas es ajustado. El diseño del
salpicadero es agradable pero algunos mandos, en especial los de los
elevalunas, no están muy bien situados (en la parte baja de la consola
central). Otra cosa es el aspecto de los materiales y de algunos mandos,
que parece algo pobre.
Tiene algunos detalles de acabado bastante cicateros como la falta de revestimiento en el interior del maletero, el cable del testigo del cinturón de seguridad colgando por fuera del seguro, la falta de tapa de la tuerca que fija el cinturón de seguridad o los raíles del asiento delantero sin ningún tipo de material que los tape o disimule. Todo depende de lo que le exijamos a un coche de este precio pero parecen detalles dejados a propósito para marcar diferencias con otros modelos más caros (Renault). Sin embargo, como detalle curioso, tiene amortiguador para sujetar el capó delantero.
Tiene algunos detalles de acabado bastante cicateros como la falta de revestimiento en el interior del maletero, el cable del testigo del cinturón de seguridad colgando por fuera del seguro, la falta de tapa de la tuerca que fija el cinturón de seguridad o los raíles del asiento delantero sin ningún tipo de material que los tape o disimule. Todo depende de lo que le exijamos a un coche de este precio pero parecen detalles dejados a propósito para marcar diferencias con otros modelos más caros (Renault). Sin embargo, como detalle curioso, tiene amortiguador para sujetar el capó delantero.
El cuadro de instrumentos no tiene reloj de temperatura del agua ni ordenador de viaje, ausencias no muy justificables, sobre todo la del primer elemento. La capacidad del maletero
es de 510 litros, pero la boca de carga es algo pequeña y se hace
difícil introducir bultos algo voluminosos (un carro de bebé por
ejemplo) además la apertura no cuenta ni siquiera con una hendidura
donde meter la mano para poder levantar la tapa. Como en el Sandero, el
respaldo del asiento trasero es abatible por partes (40:60).
Motor, prestaciones y consumo del Dacia Logan 1.5 DCi 90
El motor de este Dacia es el sobradamente
conocido 1.5 DCi en su última versión de 90 CV. Este diésel cubica 1.461
cc, rinde los 90 CV a 3.750 rpm y un par de 220 Nm a 1.750 rpm. Es el
motor ideal para este coche, puesto que se ofrece a ser cargado con
bastante equipaje gracias a su voluminoso maletero y el de 75 CV se
podría quedar algo corto. El consumo medio oficial es de 3,8 litros a los 100 km y mantiene las emisiones de CO2 en 99 gr/km. En nuestra prueba de consumo real se quedó en 5,4 litros a los 100 km.
La velocidad máxima es de 173 km/h y acelera
de 0 a 100 km/h en 12.1 segundos con un peso de 1.059 kg. Las
dimensiones son: 4.34 metros de largo, 1.73 metros de ancho y 1.51
metros de alto. Como se puede ver es más alto que la mayoría de los
turismos de su tamaño.
El cambio es manual de 5 velocidades
tiene un tacto chicloso pero resulta algo duro a la hora de engranar la
marcha elegida. Los desarrollos del cambio son muy largos aunque
gracias al buen hacer del motor y su relativo bajo peso, el Logan se mueve muy dignamente pero no es capaz de enmascarar cierta pereza en una 5ª marcha desproporcionada con un desarrollo de 54.4 km/h a las 1.000 rpm.
Prueba dinámica del Dacia Logan 1.5 DCi 90
Evidentemente el Logan no es un vehículo al
que le entusiasmen las curvas ni la conducción deportiva, la razonable
monta de neumáticos (185/65-15) y la suavidad de las suspensiones así lo
corroboran. A cambio es un coche bastante cómodo, se traga bien los
baches y guardias tumbados de nuestras calles y tampoco tienes la
sensación de ir montado en una barca. En autopista es
capaz de mantener cruceros muy por encima de lo que permiten los
radares, aunque la confianza del conductor se puede ver mermada por lo
filtrada que está la dirección asistida y, sobre todo, por la alta
sensibilidad al viento lateral, que no resulta peligrosa pero sí algo
incomoda.
Si queremos sacar al Logan de contexto e ir rápido con él en zonas de curvas
entonces no tardaremos en notar sus límites. Rápidamente se acuesta en
el eje delantero e intenta mantener la trasera en su sitio sin
concederle al conductor ningún tipo de emoción fuerte. Es mejor
dedicarse a disfrutar del paisaje y del bajo consumo que nos brinda en
conducción tranquila, después de todo es para lo que está ideado este
Dacia.
La dirección es curiosa ya que va algo
suelta en carretera pero es un poco dura a la hora de maniobrar. La
iluminación con las luces de cruce es algo escasa, pero las de carretera
son más satisfactorias y emiten un potente haz de luz. Los frenos
montan un equipo muy básico con discos ventilados delante y unos
sencillos tambores detrás, solución esta que empiezan a equipar coches
bastante más caros. Su tacto es correcto y fácil de dosificar, pero les
falta algo de mordiente al inicio de la frenada o en frenadas suaves.
La sonoridad del motor no
es muy alta a pesar de la poca insonorización del vano motor, aunque en
fase de aceleración suena más de lo deseable. En general en carretera se
percibe más ruido de rodadura y aerodinámico que del motor. La postura de conducción es correcta pero más propia de un monovolumen o de una furgoneta pequeña que de un turismo, ya que vamos situados algo altos.
Llegamos al motor, que para mí es lo mejor del coche con diferencia. Es bastante silencioso y cunde mucho para los 90 CV
que en teoría rinde. En ciudad se mueve con mucha agilidad gracias a
sus buenos bajos y en carretera abierta sobrelleva mejor de lo esperado
el gran desarrollo de la 5ª marcha. Al menos hasta que vienen los
desniveles de cierta intensidad, en los que no puede aspirar más que a
mantener un digno crucero de 120-130 km/h, siempre que no echemos mano
de la marcha inferior. Responde perfectamente desde 1.300 rpm hasta las
3.500 rpm, a partir de ese momento empieza a pedir una marcha más.
Hay que destacar que pese a su recortado precio el Dacia Logan posee una función ECO que rebaja las cifras de potencia y par del motor DCi en aras de conseguir consumos todavía mas bajos, pero resulta incómoda de usar en zonas de orografía accidentada puesto que el presunto ahorro se diluiría en recurrir a marchas más cortas debido a la falta de potencia del motor en esas situaciones.
Hay que destacar que pese a su recortado precio el Dacia Logan posee una función ECO que rebaja las cifras de potencia y par del motor DCi en aras de conseguir consumos todavía mas bajos, pero resulta incómoda de usar en zonas de orografía accidentada puesto que el presunto ahorro se diluiría en recurrir a marchas más cortas debido a la falta de potencia del motor en esas situaciones.
La opinión del probador
El Logan me ha parecido un vehículo muy
interesante en función de su recortado precio, pero desgraciadamente su
estética y el resto de la gama Dacia juega mucho en su contra ya que
siempre encontramos un modelo de la marca más agraciado estéticamente
que cubre nuestras necesidades de uso. Tiene detalles de acabado que
pueden echar para atrás y alguna laguna de equipamiento (reloj de
temperatura y ordenador de a bordo), pero en general es un coche que no
te engaña, es barato, tiene un motor de buen rendimiento y bajo consumo,
posee un gran maletero, su equipamiento de seguridad es suficiente y
además resulta cómodo en carretera. Resumiendo es un coche low-cost y si
queremos pedirle otra cosa es mejor que cambiemos de ubicación en el
concesionario Renault y pasemos a ver un Renault Clio Grand Tour por ejemplo.
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