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sábado, 16 de mayo de 2020

Prueba: Citroën C-Elysée 1.6 HDi 92 CV

Prueba realizada en 2014.


La apuesta de Citroën para el sub-segmento de los coches económicos o ‘low cost’ es el Citroën C-Elysée, lo hemos probado y os contamos nuestras impresiones.


A primera vista, de los coches económicos que hemos probado, el C-Elysée es el que tiene un diseño más ‘currado’. Tiene personalidad propia dentro de la gama Citroën aunque el frontal recuerda al Citroën C4 y el salpicadero al del Citroen C3. En la parte posterior parece que los diseñadores se quedaron sin ideas (o sin presupuesto) y resulta más sosa y anodina.

Interior y equipamiento Citroën C-Elysée 1,6 HDi 92 CV Exclusive


En el Citroën C-Elysée se encuentran detalles poco cuidados como los mecanismos de los pedales que están a la vista o el cinturón de seguridad delantero sin reglaje de altura, junto con otros de cierto lujo como el ordenador de viaje con doble ‘trip’ o el sensor de aparcamiento trasero. En general es un coche bien equipado en función de de su precio (18.100 € sin descuentos) junto con los ya mencionados elementos están los 4 elevalunas eléctricos, cuero en el volante, palanca de cambios y freno de mano, control de crucero, mandos de la radio tras el volante, llantas de aleación de 16”, apertura remota del maletero, conexión USB y Aux., aire acondicionado y ayuda a la frenada de emergencia. Sin  embargo echamos de menos un reloj de temperatura del refrigerante, la regulación en profundidad del volante y sobre todo más dotación de airbags ya que sólo tiene cuatro.


El salpicadero tiene un diseño muy desenfadado aunque los botones andan algo dispersos tanto a la derecha como a la izquierda del volante. Las grafías de la instrumentación tienen un aspecto algo anticuado, me recordaban a las de los AX o ZX de los primeros años 90. Los materiales son todos de plástico duro y delante del copiloto queda una consola de plástico brillante que pega con el diseño general pero que me crea dudas de cómo envejecerá. Pero dicho todo esto lo cierto es que los acabados me han parecido correctos y no se apreciaban ruidos ni crujidos por ningún sitio.

Las plazas delanteras son amplias y cómodas, los asientos tienen poco agarre lateral y reducido apoyo lumbar pero a cambio el tejido tiene buen tacto y es poco proclive a ensuciarse. El asiento del conductor compensa la falta de reglaje en profundidad del volante un cómodo reglaje en altura. El apoyabrazos central cuenta con un hueco de cierto tamaño para poder depositar elementos de poco tamaño como el móvil lo que compensa un poco la falta de huecos de la que adolece este vehículo, algo imperdonable en un coche de cariz práctico como éste.


En las plazas traseras se disfruta de bastante espacio para las piernas incluso con los asientos delanteros ocupados por personas de gran tamaño (mido 1,89 m). Sin embargo no destacan por su cota de anchura y además solo cuentan con dos reposacabezas y encima son fijos.

El acceso tanto a las plazas delanteras como a las traseras es correcto por altura y apertura de las puertas. El maletero cubica unos buenos 506 litros pero su uso se ve limitado por la pequeña boca de carga y por los brazos de sujeción de la tapa del maletero que invaden mucho espacio una vez cerrada esta. El respaldo trasero se abate por partes (60/40) pero no deja una superficie plana puesto que el asiento no puede abatirse hacia delante.


La rueda de repuesto es convencional pero en la medida de las versiones básicas del modelo. Por cierto la alfombrilla que la oculta tiene un aspecto más bien pobretón y descuidado. Tanto la tapa del maletero como el capo del motor no tienen ningún tipo de recubrimiento ni estético ni funcional.

Motor, prestaciones y consumo del Citroën C-Elysée 1,6 HDi 92 CV


El motor de este C-Elysée es el conocido y brillante 1,6 HDi en su versión de 92 CV a las 4.000 rpm y 230 Nm a 1.750 rpm. Alcanza una velocidad máxima de 180 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos. El peso es bajo para lo que se estila hoy en día con 1.165 Kg lo que favorece un consumo medio oficial de 4,1 litros a los 100 km y unas emisiones de 108 gr/km. En nuestra prueba de consumo real registró una media de 5,6 litros, una cifra bastante buena pero alejada de la optimista media homologada.


La caja de cambios es de 5 velocidades con un manejo y un tacto bastante correcto (mejor que otros de grupo PSA en coches más caros). Los desarrollos son los más juiciosos que hemos probado en coches ‘low cost’ con una quinta de 47.9 km/h a las 1.000 rpm, bastante ajustado para la potencia y el peso del coche. Y como hemos comprobado no comprometen los consumos del coche ya que se puede aguantar las marchas largas durante más tiempo aunque se complique las circunstancias del tráfico o de la carretera.

Prueba dinámica del Citroën C-Elysée 1,6 HDi 92 CV


En este apartado el C-Elysée está más en la línea que uno espera de un coche familiar que otros coches de este sub-segmento. Es un coche muy cómodo, tanto que en ocasiones nos hacia dudar de si llevaría montada la amortiguación hidroneumática típica de Citroën. Aunque la sequedad de la suspensión trasera (y el conocimiento de que no la montaba) en ciertos baches e irregularidades transversales nos hacía ver que no era así.
Es un coche cómodo y suave pero no una barcaza, mantiene el tipo en zonas de curvas aunque a pesar de que la trasera puede ayudar algo a redondear las curvas resulta torpecillo cuando le sacamos de un ritmo familiar rápido y nos metemos en veleidades deportivas. En autovía a velocidades por encima de las legales pierde algo de aplomo y la carrocería se mueva más de lo deseable. También se muestra bastante sensible al viento lateral. La dirección tiene un tacto bastante agradable aunque en ciertas circunstancias aísla demasiado lo que ocurre bajo las ruedas pero nunca a los ritmos legales que marcan nuestras leyes de tráfico.


Los frenos tienen buena potencia y detienen el coche en distancias razonables pero la presencia de los tambores traseros hace que en las frenadas algo bruscas entre rápido en acción el ABS. El tacto no convence en la primera parte del recorrido del pedal en la que la capacidad de frenada es pequeña requiriendo algo más de presión, es un aspecto que conviene mejorar. La iluminación en general es suficiente, pero se echa en falta algo más de potencia en las luces de cruce. La visibilidad es buena hacía cualquier punto apoyada en los retrovisores exteriores de buen tamaño.


El motor tiene un funcionamiento muy bueno y se muestra vigoroso desde bajas vueltas (1.500 rpm) hasta pasado el régimen de potencia máxima, siempre dispuesto a subir de revoluciones sin rechistar a no ser que le dejemos caer muy bajo de vueltas (1.000-1.200 rpm). En este aspecto está muy bien ayudado por los adecuados desarrollos del cambio y por el peso bastante contenido.

El aspecto de peor nota es la sonoridad general, el sonido del motor esta siempre presente y a esto se le suma ciertos ruidos aerodinámicos bien perceptibles desde bajas velocidades (en torno a los 70 km/h).

Opinión del probador 

Confieso que este tipo de coches siempre me dejan buenas sensaciones porque tengo muy presente lo que ofrecen en función de su precio. El Citroën C-Elysée podría ser el coche único de cualquier familia de clase media (al igual que el Toledo, el Rapid e incluso el Logan) sin laguna realmente importante. Lo que no me gusta tanto es la falta de elementos para mi imprescindibles y la monta de otros superfluos. Yo cambiaría el asistente de aparcamiento y las ruedas de 16” por un reloj de temperatura del refrigerante y un par de airbags más y se quedaría un coche económico más lógico a mi modesto entender.


En cuanto al precio de 18.100 € parece algo caro para un C3 con culo pero seguro que en los concesionarios de la marca nos pueden ofrecer jugosos descuentos que le dejen como una opción muy a tener en cuenta.

1 comentario:

  1. No conocia este modelo, se ven pocos, por lo demás parece bastante práctico.

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