Prueba realizada en Noviembre de 2015
El SEAT Toledo ha recibido leves modificaciones estéticas tanto interior como exteriormente. En el aspecto mecánico las novedades son más profundas y enfocadas, como es habitual en los últimos tiempos, a mejorar la eficiencia en cuanto a consumos y emisiones de los motores. Hay ligeros incrementos de rendimiento pero no ha sido la prioridad.
Todos los cambios están convenientemente explicados en la toma de contacto que tuvimos la ocasión de realizar en el mes de octubre. En esta prueba a fondo hemos tenido la oportunidad de probar el motor 1.4 TDi de 90 CV con el cambio DSG7.
Interior y equipamiento
Como ya hemos comentado el nuevo Toledo no aporta gran cosa sobre el ya probamos en 2013 (ver prueba SEAT Toledo 2013) así que nos vamos a centrar en hablar de lo poco que diferencia a uno del otro.
Una de esas cosas es el acabado general (que no los materiales) que parece algo más cuidado que antes, da una ligera sensación de más empaque. También cambia el volante ahora con un tacto más agradable. La consola central es diferente y lo es más según vamos subiendo de nivel de equipamiento. En nuestro caso con el acabado Style destacaba la pantalla táctil de 6,5 pulgadas (opcional). Dicha pantalla permite controlar distintos accesorios del coche tanto a nivel de conectividad como de control mecánico.Todo lo referente a confort, postura de conducción, accesibilidad de los distintos mandos o habitabilidad sigue prácticamente igual que en el modelo anterior.
No dejamos pasar el nuevo diseño del cuadro de instrumentos, cuya grafía es similar a la anterior, pero que cambia la posición de los indicadores de temperatura y nivel de combustible. Además prescinden de la típica aguja indicadora para pasar a un sistema de leds algo menos claro.
El equipamiento de serie del Toledo Style cuanta con 6 airbags, freno multicolisión, aire acondicionado, Start & Stop, volante y pomo del cambio en piel, conexión USB y Aux y llantas de aleación de 16 pulgadas entre otros elementos.
Motor, prestaciones y consumo
El motor de este Toledo es el turbodiésel tricilíndrico de 1,4 litros. Proporciona 90 CV a 3.500 rpm y 230 Nm de par máximo entre 1.750 y 2.500 rpm. Cuenta con turbo de geometría variable (fija en el 1.6) y las emisiones de dióxido de carbono son de 99 gr/km. A diferencia del motor 1.6 éste produce más vibraciones y resulta más tosco en su funcionamiento general.
El cambio DSG de siete velocidades le viene como anillo al dedo y aunque el desarrollo final en séptima es algo largo (52.1 km/h) el escalonamiento es casi perfecto. El consumo medio oficial es de 3.8 litros a los 100 km por 4,4 litros con el motor anterior, pero como es habitual en nuestra prueba de consumo real ha sido más alto quedándose en 5,3 litros. Medio litro menos que el motor 1,6 pero sus condiciones de uso han sido algo más favorables. El peso del conjunto es de 1.255 kg.
Prueba dinámica del SEAT Toledo 1,4 TDi DSG7 90 CV
El comportamiento, los frenos, y la visibilidad general son iguales al anterior modelo. En este último apartado hay una diferencia derivada del equipamiento opcional de nuestra unidad. Los faros Full Led no emitían un haz de luz muy convincente ni en posición de cruce ni de carretera. Resultaban claramente peor que unos faros de Xenon y no aportaba gran cosa respecto a unos halógenos sobre todo en función del sobrecoste que suponen.
La sonoridad también cambia, el motor está mejor insonorizado y se nota mucho a baja velocidad con respecto al modelo 2013. A más altas velocidades ya entran en acción ruidos aerodinámicos y se reduce la distancia sonora percibida.
El motor si que es una gran novedad, no en el grupo VW pero sí en este modelo. Con respecto al motor 1.6 resulta mucho más tosco y transmite claramente vibraciones al volante y los pedales. Además el funcionamiento es bastante diferente, no resulta brillante a bajo y alto régimen sin embargo tiene unos medios bastante contundentes que son capaces de hacer ganar velocidad al coche de manera sorprendente para ser un coche de 90 CV.
El cambio DSG7 tiene un funcionamiento muy bueno tanto subiendo como bajando marchas. Este último movimiento pierde suavidad si toca reducir de golpe más de una marcha, circunstancia que con el cambio en posición D (la más económica) se produce con bastante frecuencia al buscar siempre la conducción más eficiente. Si seleccionamos la posición S en la práctica la conducción será menos estresante ya que cambia cuando realmente hace falta y siempre tendremos el motor en su zona óptima de funcionamiento. Tampoco es el fuerte de este cambio la suavidad al aparcar en particular si lo comparamos con ciertos cambios de la competencia.
Opinión del probador
Ya dije cuando probé el SEAT Toledo 2013 que era un coche que me convencía siempre que fuese una versión con un precio y un equipamiento razonable. En el caso concreto de esta unidad del SEAT Toledo 2016 que hemos probado el precio inicial de 20.480 euros se ve incrementado hasta más de 24.000 antes de los descuentos oficiales. Sigo pensando que sería más conveniente un equipamiento medio con aire acondicionado y cambio manual que nos podría suponer un ahorro de unos 5.000 euros a igualdad de motor. Sino preferiría mirar un SEAT León por arriba o un SEAT Ibiza ST por abajo.
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